Hace algunas semanas al término de la clase,
el profesor Hugo nos mostró algunos cortometrajes y hubo uno que me conmovió
muchísimo: “THE MAKER” incluso después de terminar el corto yo seguía teniendo
una sonrisa en mi cara que no podía borrar, lo he visto otras varias veces y
cada vez que lo hago tomo en cuenta nuevos elementos que en un principio había
pasado desapercibidas.
acedor) es un corto dirigido por Christopher Kezelos, realizado mediante la técnica del stop-motion el cuál atrae desde el primer momento, introduciéndonos en un mundo de creación, belleza, necesidades y sueños. Muestra en apenas cinco minutos la historia de una extraña criatura que sin información previa se encuentra envuelta en una carrera contra el reloj para realizar la que parece ser la más importante creación de su vida.
A partir de un plano general contenido en un libro y usando
los materiales que tiene a su disposición, esta extraña criatura empieza a
crear a alguien semejante a él. Un semejante que no tiene vida pero que puede
inferirse que el que tenga vida es el objetivo del protagonista. Éste busca
distintas formas de lograrlo sin tener éxito, hasta que finalmente intenta una
nueva forma pero esta vez con música; específicamente música de un violín que
se encuentra como uno de los elementos a su disposición.
El solo de violín que está cerca del final de la pieza es el
momento clave, en el que finalmente la nueva criatura cobra vida. Descubre una
partitura del tema: “Winter”; la pieza es en sí misma la historia que cuenta de
manera mágica el paso del otoño al frío del invierno y que, luego de incluir
una serie de melodías, concluye en un emocionante e inesperado solo de violín
que con toda la esperanza, anuncia el cierre de un ciclo y la llegada de la
primavera. Logrando así nuestro protagonista tener éxito al cobrar vida su
creación.
En un principio los indicios parecen indicar que se trata de
una compañera y crea un ambiente romántico y casi de interés personal, pero, de manera inesperada, los últimos 30 segundos cambian todo: El
personaje no estaba creando una compañera, sino a alguien que prosiguiera la
tarea. El acto de creación se convierte
así en un afán sin interés personal, en un intento desesperado de mantener el
ciclo andando. De mantener la rueda girando. De darle la oportunidad al que
sigue…
The
Maker me ayuda a encontrar sentido. Este cortometraje me logra conmover quizá
por mi identificación personal de tocar
el violín y mis deseos en cuanto a estudiar música y justo en este corto la
música juega un papel muy importante en el modo que transforma la percepción
del receptor. Me transmite la ideología
de saber que aunque no me entregaron un manual de instrucciones de vida (a
nadie exactamente) todos tenemos dones y talentos; habilidades únicas que debemos
empezar a relucir ya que vivimos en contra del tiempo, vivir haciendo lo que nos
gusta y trascender en nuestra existencia ya que pocas
veces somos conscientes de que nuestro reloj cada vez tiene menos arena para
que corra.
Porque como
lo dice el lema de este cortometraje: “La vida es lo que hacemos de ella”. Lo
que hacemos o dejamos de hacer, lo que dejamos para los demás. Y la
desaparición de uno de nosotros es sólo la oportunidad de que el ciclo siga
ocurriendo.
Yadira
Cruz Santiago
Parece que copiaste todo a partir del segundo párrafo, por eso recomiendo cuidar los detalles de formato.
ResponderEliminarConcuerdo con el comentario de arriba. Cuida esos detalles
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