lunes, 3 de abril de 2017

Ponencia: Desde la mira del nerviosismo.



Por Zepeda Luna María José

Presentar una ponencia representa la culminación, al menos en algunas ocasiones, de un

largo y arduo trabajo. Es el momento en el cual exponemos nuestro trabajo enorgullecidos

por haberlo concretado y poder aportar algún nuevo hallazgo. En cualquier rama, ciencia o

disciplina, presentar una ponencia implica mucho más que sólo investigación y

estructuración de nuestro tema a exponer. Al momento de mostrar nuestro tema, se ven

implicados implícitamente otros factores, cuya presencia influye de forma significativa en

nuestra demostración, los nervios.

Los nervios juegan un papel significativo en nuestra presentación. Ellos pueden ocasionar

situaciones incómodas en aspectos fisiológicas y mentales. Comenzar a sudar, sentir

húmeda la frente, percibir una gota recorrer tu espalda por el camino de la columna

vertebral, los objetos se deslizan entre las manos a causa de la humedad, mejillas rojas y ese

extraño calor comenzando a aumentar en el rostro. Experimentar todas esas sensaciones

mientras por tu mente pasan pensamientos que van desde lo referente a tu ponencia hasta

aspectos canales como tu vestuario.

Ambos aspectos del nerviosismo son impulsados por un solo factor, la inseguridad. Esa

falta de autoconfianza y autovalor, ese malestar con uno mismo que no nos permite

mostrarnos seguros. Evidentemente, todos contamos con cierto grado de inseguridad. De no

ser así, caeríamos en las garras del ego, sintiéndonos imponentes y autovalorándonos de

manera exagerada. Sin embargo, contar con una autoestima adecuada, que no supere ni se

quede por debajo de un nivel normal y sano, tanto en relación con nosotros mismos como

en relación con los demás, puede abrirnos las puertas de distintas formas. En el caso de la

presentación de nuestra ponencia, mostrar seguridad es un aspecto que le otorga valor a

nuestro trabajo, no obstante, sería un error pretender que la confianza en nosotros nos hace

sabios. Mantener la humildad sería, finalmente, el último punto a considerar dentro de

nuestra la labor. Pues sólo con ella podemos entablar un diálogo con los participantes de

nuestra ponencia, reconocer tanto nuestros aciertos como nuestros errores y prepararnos

para mejorar.

4 comentarios:

  1. Entablas bien tus ideas y las mantienes al margen sutilmente, sólo me hubiera gustado que profundizaras más en cada punto.

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  2. Me parece que tu texto es muy subjetivo. Tu lo armaste y estás bien, aunque considero que debería ser más objetivo y quizas debiste considerar alguna que otra fuente que respalde tu escrito. Buena ortografía pero algunos errores de sintaxis.

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  3. Es un buen tema porque rompe con lo ordinario que se venía presentando, pero considero que pudiste profundizar más o enfatizar lo que querías lograr con el artículo.

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  4. Gracias por ésta recomendación, es algo que muchos de nosotros tomará en cuenta al realizar una ponencia. Sabemos que es fácil ponernos nerviosos ante este tipo de situaciones y es mejor controlarnos y mantener la calma. Los consejos en tu texto nos ayudan mucho. Gracias :)

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